La pasada semana le robaron el ordenador a Francis Ford Coppola. El director lo lleva bastante mal porque, entre otras cosas, tenía en el disco duro 15 años de fotografías familiares, cartas y documentos, además del guión de su última película.
No es por hacer leña del árbol caído pero este incidente debería tranquilizar a todos los que en alguna ocasión —y me incluyo- han perdido fotos o documentos en un accidente informático. Coppola pone películas en cartel capaces de recaudar unos cuantos cientos de millones. No aparenta que le vayan mal los negocios y así, a simple vista, parece una persona capaz de coger el teléfono por el lado correcto. Quiero decir con esto que no es pobre ni tonto y, aún así, no hace copias de seguridad periódicas de sus datos.
Yo, que no tengo millones y soy más limitadito, tampoco las hacía, hasta que la cosa me fue mal y perdí todas las fotos de un viaje a Edimburgo y varios documentos. Desde entonces intento ser disciplinado con el tema y me va bastante mejor.
Así que aprovechando el incidente de Coppola, aquí van algunos de mis consejos:
Copias de seguridad de fotos, vídeos familiares y documentos cada mes. Estas tareas pueden automatizarse de forma sencilla tanto en Windows como en MacOS. La música y las películas en DivX siempre pueden recuperarse por otros medios.
No guardar la copia de seguridad en el propio ordenador. Esto es bastante evidente pero hay gente que deja la copia de seguridad en el mismo disco duro. Es como sacar una copia de las llaves del coche y dejarlas en la guantera. Le hace quedar a uno fatal cuando tiene que explicarle la situación al cerrajero. Las copias deben estar en un CD o DVD, un disco duro externo o una tarjeta de memoria.
Multiplique por dos. Mejor si guardamos las copias en más de un lugar. Hoy en día la memoria es barata, no hay que escatimar. Un DVD y un disco duro externo, por ejemplo, es una buena combinación.
Copie las copias Los CD y los discos duros son como el amor, que no dura para siempre aunque muchas veces lo pensemos —jo, que bonito me ha quedado-. Si hay datos que quiere archivar de manera permanente en un disco, piense que cada tres o cuatro años convendría clonarlo en un CD o DVD nuevo. Los discos Blu-Ray vienen preparados para soportar mejor el paso del tiempo y creo que lo mismo pasa con los HD-DVD, pero como usted no tiene uno —ni usted ni nadie, no se preocupe-, pues como si no existieran.
Almacenamiento distribuido. Es la ola del futuro, pero en el presente. No se quede con la única copia de las fotos, mándele el archivo a todos los que salen en ella, por ejemplo. Si un día pierde el archivo, sólo tiene que llamar a sus amigos y compañeros de viaje para pedirles un duplicado. Lo mismo con los documentos, asegúrese de que sus compañeros de trabajo tienen una copia.
Almacenamiento online. Suba una copia de sus fotos a Flickr, Picasa o cualquier otro sistema de álbumes en red. Si pierde las imágenes podrá recuperar una copia, aunque tenga menor resolución. Es poco probable que Google o Yahoo metan la pata y pierdan sus fotos. Les va la vida en ello. También hay soluciones gratuitas de almacenamiento de todo tipo de archivos y documentos.
¿Se le ocurre alguna más?
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