El usuario típico de esteroides anabolizantes androgénicos no es el adolescente arriesgado o el atleta tramposo, sino el hombre de unos 30 años, bien educado y con ingresos altos, según un estudio publicado hoy.
La revista de la Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva publica en su último número un estudio en el que participaron 2.663 hombres y mujeres de 81 países y que indica que el motivo principal para el uso de esos compuestos es el acrecentamiento de la musculatura.
"En su mayoría, los usuarios de estos esteroides no los tomaron durante la adolescencia ni estuvieron motivados por la competencia atlética o el desempeño deportivo", señala el artículo.
Estos esteroides, que se usan sin fines médicos, son derivados de la hormona masculina testosterona, en los cuales se disminuyen químicamente los efectos androgénicos y virilizantes y se aumenta la acción anabólica.
Puesto que esos dos efectos fundamentales de los esteroides anabolizantes androgénicos no se han aislado completamente, el efecto virilizante es más evidente en la mujer con el uso prolongado de estos.
Aunque algunos atletas recurren a dichos esteroides para aumentar su rendimiento en la competencia deportiva, el estudio señala que la "mejoría de la imagen física" motiva a la mayoría de usuarios que desea aumentar su masa muscular, su fuerza y su supuesto atractivo.
"Otros factores significativos, aunque no tan importantes, incluyen el aumento de la confianza, la reducción de grasas, la mejora del ánimo y la atracción de pareja sexual", añade la investigación.
"Las motivaciones más importantes fueron el incremento de la masa muscular, la fuerza y el realce de la apariencia física", según el estudio. La gran mayoría de los usuarios encuestados declaró que ni el fisioculturismo ni el deporte profesionales estaban entre sus razones por las que usaban los esteroides.
A diferencia de las personas que abusan de los narcóticos u otras drogas ilícitas, los usuarios de esteroides anabolizantes, en su mayoría "siguen regímenes cuidadosamente planificados junto con una dieta saludable, otros compuestos y ejercicios", según el artículo.
"El enfoque que se ha puesto en los 'atletas tramposos' y los adolescentes imprudentes ha conducido a una política irrelevante en lo que concierne al grupo predominante de usuarios de esteroides anabolizantes androgénicos, no médicos", señaló Rick Collins, uno de los autores del estudio
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