Hace sólo unos cinco años la mayoría de los teléfonos con pantalla táctil utilizaba pantallas resistivas, sensibles a la presión y que por tanto podían utilizarse con cualquier objeto, desde un palo hasta el mismo dedo.
En el año 2007, sin embargo, los fabricantes de teléfono empezaron a utilizar las pantallas 'capacitivas', que detectan las pulsaciones gracias a la conductividad de la piel (por cierto, el primer teléfono con pantalla 'capacitiva' no fue, como muchos creen, el iPhone de Apple, sino el Prada de LG, aunque sin duda alguna el éxito de estas pantallas se debe en buena medida al teléfono de la manzana). ¿Por qué este cambio? Hay buenas razones.
Las pantallas táctiles resistivas podían detectar la presión del dedo pero no eran precisas. Tampoco podían entender la presión simultánea en varios puntos, así que no había posibilidad de control multitáctil. Eran, también, bastante más incómodas. Con el cambio parecía que salíamos ganando de calle a pesar de que se perdía la posibilidad de escribir letras con el puntero
A lápiz
¡No hay problema! Los chicos de Pogo dieron con la solución: un bolígrafo con una punta fabricada en un material que imita la conductividad de la piel. Aún es la marca de referencia al hablar de este tipo de accesorios y cuesta unos 17 euros aunque es posible encontrar 'clones' por menos de un tercio del precio. Funcionan bien pero hay que tener en cuenta que los sensores de las pantallas 'capacitivas' están calibrados para pulsaciones de dedos -es decir, no tienen la precisión necesaria para escribir con un bolígrafo- y que con el bolígrafo no se pueden hacer gestos multitáctiles.
O con salchichas
Dado que la utilidad es limitada, ¿merece la pena gastarse ese dinero? El hambre agudiza el ingenio y en Corea descubrieron hace tiempo que hay una mejor alternativa: salchichas. Envueltas en su plástico protector, claro está. Las ventas de la compañía CJ Corporation aumentaron el pasado invierno un 39%. Cuando los ejecutivos estudiaron el fenómeno descubrieron que uno de sus productos era el preferido de Seúl para manejar el teléfono durante el invierno y además servía como improvisada cena al llegar a casa después del trabajo.
Enguantados
Y es que en invierno es cuando este tipo de pantallas se vuelve más molesta. Hay quien incluso acaba recurriendo a la nariz para desbloquear y marcar un número de teléfono -requiere cierta habilidad. Tavo fue una de las primeras empresas en darse cuenta y sacar provecho. En 2009 puso a la venta unos guantes con un tejido especial en la punta de los dedos que es compatible con este tipo de pantallas por unos 25 euros y ahora la gran mayoría de las marcas de esquí tiene productos similares. Un buen ejemplo son los eTip de The North Face.
Práctico Están muy bien pero, ¿qué pasa cuando queremos usar guantes de lana o cuero? ¿Hay alguna solución? Con los guantes de cuero depende del grosor. Algunos funcionan con estas pantallas aunque no se deslizan bien por la superficie. Una buena alternativa que acaba de salir a la venta son los pines de Digits. Se enganchan a la punta de cualquier guante y aunque no son muy estéticos ponen fin al problema. ¡Feliz invierno!
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