Los usuarios de Megaupload pueden ir olvidándose de recuperar sus archivos. Así lo ha sugerido el FBI que
se ha desmarcado por completo a la hora de asumir los costes para
devolver los contenidos almacenados en los servidores a sus legítimos
dueños.
Se agotan las esperanzas de los usuarios que apostaron por Megaupload para
almacenar sus contenidos. Desde el pasado mes de enero se encuentran
imposibilitados para acceder a los mismos después de la operación de las
autoridades federales contra la plataforma de Kim Dotcom acusada
de delitos contra la propiedad intelectual. El propio Dotcom fue
arrestado en Nueva Zelanda pero en la actualidad de encuentra en
libertad a la espera de una posible extradición a Estados Unidos, donde podría ser condenado a varios años de cárcel.
Como leemos en Wired,
el FBI ha reconocido que los usuarios pueden ir olvidándose de sus
archivos. Aquellos que iniciaron el proceso contra el servicio de
alojamiento y descargas directas se desligan ahora del proceso de
identificación, copia y devolución de archivos a cada usuario de
Megaupload. El motivo no es otro que el alto coste que esto supone, lo
que nos lleva a deducir que el adiós a estos archivos es casi una
realidad puesto que ni las autoridades ni el Gobierno quieren correr con estos gastos.
No en vano, son más de 66 millones de usuarios
y un total de 25 petabytes de información los afectados por el cierre
de la plataforma de Kim Dotcom. Esto suponía 1.100 servidores dedicados
por la compañía Carpathia, que no tardó en salir a la palestra para
denunciar el alto precio que estaba pagando por mantener estos
contenidos (9.000 dólares al día). Sus amenazas de borrado definitivo
pueden ser una realidad en cuestión de días si se confirma la
desvinculación definitiva de las autoridades para pagar este precio.
Entre
los millones de usuarios afectados se encuentran profesionales que
utilizaban Megaupload para alojar unos contenidos que nada tenían que
ver con la infracción de la propiedad intelectual. Como vimos hace unos
meses, tal es el caso de un periodista estadounidense, que está cerca de
perder toda esperanza de recuperar su material porque el Gobierno
asegura que es "excesivamente caro" recuperar los archivos y que en el
caso de este periodista, debería "demandar a Megaupload o a Carpathia" según las autoridades estadounidenses.
Así
pues, parece que nos encontramos muy cerca del fin de un litigio en el
que una vez más se vuelve a demostrar la situación de indefensión de los
usuarios. ¿Por qué deben pagar justos por pecadores en este caso?
¿Hasta qué punto es legal que el Gobierno se desentienda de estos
archivos?
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