Antes de que los procesadores cuánticos, capaces de representar simultáneamente series de “unos” y “ceros”, dominen la computación mundial con velocidades de procesamiento mil veces las actuales, desde la Universidad de Rochester anuncian circuitos tridimensionales destinados a alargar la jubilación del silicio.
El prototipo es capaz de funcionar hasta frecuencias de 1,4 GHz y a diferencia de anteriores intentos de chips 3-D “no es simplemente una aglomeración de procesadores”, sino una nueva arquitectura, indican.
Frente a la mayoría de diseños bidimensionales actuales con procesamiento horizontal, el “Cubo de Rochester” está construido para optimizar las funciones de procesamiento vertical a través de múltiples capas.
El chip 3-D aporta un aumento considerable de las velocidades de transferencia, menos consumo, mejores posibilidades de refrigeración y un espacio más reducido. Según los responsables del proyecto, la Ley de Moore que establece que cada dos años se duplica el número de transistores en un integrado, podría cumplirse con el circuito tridimensional, algo que no está garantizado con los diseños actuales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario