jueves, marzo 18, 2010

La Atracción del Vacío


Nos aburrimos menos que en cualquier otra época pero tenemos mas miedo que nunca a aburrirnos, afirmo el filósofo Bertrand Russell. Quizás por eso llenamos nuestras vidas de tantas tareas y planes hasta colmarlas. Nos inquietan los espacios vacíos como resquebrajaduras en el edificio de actividad que levantamos cada día. Una vaga impresión de culpa nos domina si cuando los lunes llegamos al trabajo, no somos capaces de hacer a nuestros compañeros el relato de un ajetreado fin de semana. Preferimos la asfixia al vacío.

La sabiduría humana mas remota nos aconseja esa actitud. Hace unos veitincinco siglos el maestro chino Lao Tse escribió que torneábamos la arcilla para hacer una vasija, pero que es el vacío interno lo que contiene aquello que vertemos dentro de ella; clavamos estacas para construir una cabaña, pero es el espacio interior lo que la hace habitable. El anciano maestro pretendía recordarnos que el vacío nos cobija , que nuestros actos necesitan espacio y calma para cuajar silenciosamente, igual que el manto de una nevada. El filosofo romano Seneca insistió en esa misma idea. Pensaba que deberíamos ser activos , pero no movernos de forma atropellada , conformándonos con un inquieto ir y venir. En la vida diaria recomendaba despojarse de la presión de las expectativas y de la excesiva excitación , para aprender la lección del descanso. Seneca en sus escritos ironizo sobre el "ocio atareado" y nos lego una frase incisiva : "No son ociosos aquellos a quienes sus placeres les dan mucho trabajo". Según el saber antiguo, si vaciamos nuestro tiempo, no nos pesará.

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