lunes, agosto 24, 2009

La brecha digital: ¿oferta o demanda?


La brecha digital también puede explicarse desde el lado de la demanda. Se trata de entender por qué aquellos que podrían tener acceso a Internet peo no lo utilizan se resisten a hacerlo.

Se define el concepto de brecha digital de la demanda como los hogares que pueden tener acceso al servicio de banda ancha pero que no lo compran. Este tipo de estadística no ha sido históricamente fácil de calcular debido a que la cobertura tecnológica (en otras palabras, los hogares que pueden acceder a la banda ancha) no ha sido habitualmente medida por entidades públicas o regulatorias. Sin embargo, en el curso del último año, en el que han sido elaboradas numerosas estrategias nacionales de banda ancha el análisis ha requerido un estudio profundo sobre cómo de grande era el déficit de cobertura.

En los Estados Unidos a comienzos de 2008, de acuerdo con la FCC, el 96% de los hogares tenía la posibilidad de acceder a la banda ancha por medio de cable módem, mientras que el 82% lo podía hacer mediante DSL. Tal como las estadísticas de penetración indican, el 57% de los hogares estadounidenses está hoy comprando el servicio. Así, el 25% de los hogares podría acceder a la banda ancha pero no lo hace.

Esta diferencia varía por estados. En estados como Mississippi, la brecha de la demanda es del 60%, mientras que la brecha de la oferta es tan sólo del 9% (hogares no cubiertos por el servicio). En el caso de Georgia, donde la adopción del servicio es más elevada, la brecha de oferta es del 8% de hogares, mientras que la de la demanda es del 34%.

En Alemania, de acuerdo con la ‘Estrategia Nacional de Banda Ancha’, publicada en febrero de este año, el 98% de los hogares (39,7 millones) tiene la posibilidad de acceder al servicio de banda ancha. De todos ellos, casi 37 millones están cubiertos por plataformas DSL, 22 millones por televisión por cable (y, por lo tanto, podrían acceder a la banda ancha por cable módem) y 730.000 pueden llegar a Internet por medio de plataformas inalámbricas, como el satélite).

En ambos países, una porción importante de la población que no accede a Internet mediante banda ancha no lo hace debido a factores que no tienen que ver con la falta de disponibilidad del servicio.

Comprendiendo la brecha digital de la demanda

El estudio “Inhibidores de uso de las TIC en la sociedad española” preparado por ENTER describió la tipología social resultante del proceso de introducción y extensión de las TIC definiendo inicialmente dos categorías de individuos: aquellos que adoptan la tecnología después de haber sido expuestos a la misma (denominados ‘ajenos’) y aquellos que no la adoptan. Al mismo tiempo, dentro del universo poblacional que adopta la tecnología, existe un subgrupo denominado por el estudio ‘población esporádica’, compuesto por aquellos que pese a haber sido expuestos a la tecnología, no la han adoptado en el sentido de que la usen con una periodicidad quincenal, mensual o trimestral. Se considera que estos dos grupos sociales constituyen el núcleo de la brecha digital de la demanda. Las razones aducidas para explicar este comportamiento son sorprendentemente consistentes.

El porcentaje de la población que no accede a Internet varía por país pero, en general, representa una cifra significativa. El estudio español citado más arriba muestra que los no usuarios (ajenos y esporádicos) suman un 52,9% de la población adulta (julio 2007). En los Estados Unidos, la investigación realizada por Pew Internet & American Life indica que los no usuarios suman el 21% (junio 2009). En el Reino Unido, el porcentaje es del 26%, pese a que esta cifra incluye solamente a la población ajena, que en España es del 40,2% (marzo 2009).

¿Qué aducen estos no usuarios como razones que explican su no adopción? El estudio de los Estados Unidos agrupa las razones en cuatro categorías (ver tabla). La razón más importante aducida por el grupo de no usuarios es la falta de relevancia del servicio; en otras palabras, ‘no uso la banda ancha o no accedo a Internet porque no me interesa’. Este porcentaje se reduce para aquellos hogares que acceden a Internet mediante banda estrecha (dial-up) y aquí aumenta la importancia del factor económico.

En otras palabras, en esta categoría de usuarios por banda estrecha, se le encuentra una mayor relevancia al servicio, pero el precio es una barrera a la adopción de la banda ancha. En un subgrupo todavía importante, la relevancia continúa siendo limitada, lo que determina el bajo incentivo para adoptar banda ancha. Es importante remarcar, sin embargo, que en ambas categorías de usuarios, la relevancia limitada del servicio es una barrera importante a la adopción de banda ancha.

En el Reino Unido, las razones aducidas no son muy distintas a las estadounidenses. Como puede observarse, tanto el orden de la importancia de las razones como la cantidad de respuestas en cada categoría son bastante consistentes entre ambos estudios: relevancia limitada es el primer factor, seguido por el precio de servicio y ordenador, la disponibilidad de servicio, y el conocimiento para operar la tecnología.

Si se excluye la variable de disponibilidad de servicio (explicada más arriba en términos de brecha de la oferta), corresponde ahora ahondar en las otras razones que explican la no adopción. ¿Existe algún tipo de perfil sociodemográfico que podría ayudar a explicar la relevancia limitada (o la falta de interés), el obstáculo económico y la falta de facilidad de uso?

Una explicación sociodemográfica de la brecha digital de la demanda

Los estudios de diferentes países coinciden de manera sorprendente en determinar el perfil socio-demográfico de aquellos individuos que no usan Internet o adoptan la banda ancha. En los Estados Unidos, los factores con una correlación negativa con la adopción de la banda ancha son:

1) educación (nivel que no excede el ciclo secundario)
2) edad (mayor de 65 años)
3) medio rural
4) etnia (de raza negra -este último factor está correlacionado con el nivel educativo).

En el estudio español, los factores de tipo socio-demográfico que inhiben la adopción de la informática e Internet son

1) educación (tener menos de estudios secundarios completos)
2) edad (ser mayor de 45 años y especialmente, de 65 años)
3) situación laboral (trabajador sin cualificación, jubilado o ama de casa)
4) ingresos (inferiores a 900 euros netos mensuales).

Finalmente, en el estudio británico, las variables más importantes que explican la no adopción de Internet son:

1) nivel socioeconómico (segmentos C, D, y E)
2) edad (mayor de 65 anos)
3) ausencia de niños en el hogar.

Más allá de los factores idiosincráticos de cada medio, las variables comunes identificadas en los tres estudios incluyen edad (tres menciones), educación (dos menciones), y nivel socio-económico (dos menciones). La variable etaria y el nivel socioeconómico ya han sido estudiados en tanto factores que explican procesos de adopción de nuevas tecnologías. Le educativa sin embargo merece ser analizada más porque es la que puede ser influenciada por políticas públicas. El nivel educativo por hogar es un factor explicativo importante en la difusión de banda ancha. El país con más alta penetración de banda ancha por hogares del mundo es Corea del Sur (91%), de acuerdo con las estadísticas de la OCDE.

Amén de los factores regulatorios que explican la ausencia de brecha digital de la oferta, el nivel educativo coreano es una variable explicativa importante cuando se trata de entender la brecha digital de la demanda. La población coreana es comparativamente más educada que la japonesa o la americana. Los habitantes de Corea del Sur completan en promedio 15 años de educación, uno más que los japoneses o estadounidenses, y el hogar coreano tiene un 50% más años de educación que el hogar promedio estadounidense.

Esta estadística refleja también el impulso dado por los padres coreanos a sus hijos en el terreno educativo, lo que implica que la banda ancha termina siendo una necesidad educativa del hogar. La importancia que tiene la variable educativa en el impulso de la adopción de banda ancha es un factor que debe influenciar la adopción de políticas públicas en el terreno educativo y de tecnología de la información y las comunicaciones

En la identificación de las variables que explican la brecha de la demanda, algunas son estructurales (grupo etario, nivel de ingresos). En particular, la influencia del nivel de ingreso puede, en el contexto de la crisis económica actual llegar a afectar al nivel de penetración de banda ancha. Por ejemplo, el estudio de Pew Research indica que en los últimos 12 meses, el 9% de los usuarios de Internet en los Estados Unidos ha cancelado o reducido la suscripción para el servicio de banda ancha debido a la presión económica.

Con respecto a la variable educativa, esta puede ser influenciada por políticas públicas, no sólo de tipo tradicional sino también mediante la educación informal. Algunos gobiernos, como el sueco y el holandés, han avanzado significativamente en este terreno, orientados por políticas de universalización de la banda ancha. Otros gobiernos, confrontados por la necesidad de crear empleo a corto plazo, prefieren asignar recursos de inversión a la construcción de accesos que cubran los hogares no servidos, y no focalizarse en planes de promoción de demanda que se centren en los factores inhibidores que impiden el crecimiento de la penetración en la población ya cubierta por el servicio de banda ancha. Este es el caso de los Estados Unidos y su reciente programa de estímulo. En todo caso, la comprensión de ambos aspectos de la brecha digital permitirá tomar decisiones de política pública basadas en aquellos objetivos que se intenta maximizar.

La brecha digital se define como la separación que existe entre las personas (comunidades, estados, países…) que utilizan las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) como una parte rutinaria de su vida diaria y aquellas que no tienen acceso a las mismas y que aunque las tengan no saben como utilizarlas.

Es una expresión que hace referencia a la diferencia socioeconómica entre aquellas comunidades que tienen accesibilidad a Internet y aquellas que no, aunque tales desigualdades también se pueden referir a todas las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), como el computado personal, la telefonía móvil, la banda ancha y otros dispositivos. Como tal, la brecha digital se basa en diferencias previas al acceso a las tecnologías. Este término también hace referencia a las diferencias que hay entre grupos según su capacidad para utilizar las TIC de forma eficaz, debido a los distintos niveles de alfabetización y capacidad tecnológica. También se utiliza en ocasiones para señalar las diferencias entre aquellos grupos que tienen acceso a contenidos digitales de calidad y aquellos que no.

El término procede del inglés digital divide, utilizado durante la Administración Clinton, Algunas referencias, citan a Simon Moores como acuñador del término, Hoffman, Novak y Schlosser se refieren a Lloyd Morriset como el primero que lo empleó para hacer referencia a la fractura que podía producirse en los Estados Unidos entre “conectados” y “no conectados”, si no se superaban las serias diferencias entre territorios, razas y etnias, clases y géneros, mediante inversiones

Para Pippa Norris, se trata de un fenómeno que implica tres aspectos principales: la brecha global (que se presenta entre distintos países), la brecha social (que ocurre al interior de una nación) y la brecha democrática (que se refiere a la que existe entre quienes participan y quienes no participan de los asuntos públicos en línea).

Uno de los aspectos más recientes que han sido analizados sobre la brecha digital, tiene que ver no solamente con el acceso a Internet, sino con la calidad de dicho acceso y la disponibilidad de conexiones de banda ancha que permitan acceder a contenidos multimedia en tiempos y costos adecuados al contexto de los usuarios.

De forma específica, el investigador holandés Jan van Dijk identifica cuatro dimensiones en el acceso: la motivación para acceder; el acceso material; las competencias para el acceso; y el acceso para usos avanzados (o más sofisticados). Plantea que la brecha digital está en constante evolución, dado el surgimiento de nuevos usos tecnológicos, que son apropiados más rápidamente por aquéllos que tienen el acceso en forma más permanente y de mejor calidad, determinado por dicho ancho de banda.

Según la Organización Mundial del Comercio, las nuevas oportunidades tecnológicas (y del libre comercio a escala global) serán el motor de una “tercera revolución industrial”. Gracias a las TICs, se sostiene, se podrán anular las brechas de pobreza y de falta de recursos existentes, confrontándose en el campo de la economía, de las transformaciones políticas y sociales, de la identidad, en la cultura y en el poder, modelando nuevas relaciones a escala global.

Los países del Norte son los principales propietarios y beneficiarios de la World Wide Web, así como de la industria del hardware, del software y de la producción de los contenidos, el 70% en inglés. El Sur permanece excluido, y con ello aumentan las diferencias sociales regionales, y se impone un modelo de desarrollo “desde el Norte”, a su imagen y semejanza.

Según Internet World Stats, actualizado en el 2005, de los 985 millones de internautas conectados, casi el 70% vive en los países industrializados, donde reside el 15% de la población mundial. Mientras que Europa y Estados Unidos suman 500 millones de usuarios, en todo el continente africano no hay más que 4 millones, y estas diferencias se manifiestan asimismo entre hombres y mujeres, ciudad o campo, edades, estatus sociales, paralelamente a las “brechas” de siempre: el acceso a la sanidad, a la educación, la mortalidad infantil, el hambre, la pobreza.

Datos de 2006 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones muestran que mientras el 58.6% de los habitantes de los países desarrollados tienen acceso a Internet, en los países en vías de desarrollo apenas el 10.2% de los habitantes tiene acceso a esta tecnología.

TIPOS DE BRECHA DIGITAL




Brecha Digital de Acceso

Este tipo de Brecha Digital se basa en la posibilidad o bien la dificultad que una persona puede llegar a tener para disponer de una computadora conectada al Internet, esto de igual forma incluye lo que son las redes avanzadas como tener servidores.

Brecha Digital de Uso

Este tipo de Brecha Digital se basa en la capacidad o la dificultad que una persona tiene para usar las tecnologías, en base a que se ha encontrado que hay una diferencia entre llegar a tener acceso a la tecnología y el de saber usar la tecnología, se ha implementado lo que es una alfabetización digital, todo esto relacionado con la disminución de la Brecha Digital.

Brecha Digital de Calidad de Uso

Este tipo de Brecha Digital se basa en la limitación o falta de posibilidad que las personas tengan acceso a las diferentes herramientas que proporciona la red, eso se define como por ejemplo el saber que existen recursos en la red como por ejemplo de medicina, redes sociales o bien de negocios por medio de la red.

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